Sopars amb opinió
Ancoche tuvimos el placer de compartir cena, vivencias e inquietudes con el conseller de Salut Hble. Boi Ruiz. Una experiencia que consiguió cambiar la opinión de muchas de nosotras sobre el estado de la sanidad y también que nos aportó una visión diferente de la persona afable y sencilla que hay tras el político que la mayoría consideramos responsable de los reajustes económicos, que sin duda está cambiando el sistema sanitario, y que la mayoría cree está perjudicando gravemente al sistema de bienestar social.
Lo que en un principio temíamos se podía convertir en un intercambio de acusaciones y excusas inacabables, dado el ambiente caldeado que se iba creando mientras las asistentes preparábamos nuestras preguntas, algunas de ellas sin duda capciosas, acabó convirtiéndose en una agradable velada de respuestas bien argumentadas y con opción a réplica por parte de quien preguntaba.
Es difícil hacer un resumen de un diálogo abierto, fluido y extenso donde se nos facilitó más información incluso de la solicitada, llegando a generar nuevas dudas y preguntas que en un inicio ni siquiera habíamos pensado.
Nos explicó que el modelo sanitario catalán estaba basado en el modelo originario de la Republica y también en el británico. Un modelo que se creó en base a gran cantidad de gente joven cotizando y con enfermedades leves y pasajeras. Actualmente la esperanza de vida es mucho más larga, razón por la cual las personas (a partir de cierta edad) padecen enfermedades que necesitan de cuidados y asistencia sanitaria que se prolonga en el tiempo. Esta es la razón principal de que el modelo sanitario sea difícil de mantener. Hace cuarenta años, los trabajadores cotizaban un gran número de años (ayudando a mantener el sistema público de pensiones). Actualmente el modelo tiene que cambiar porque es insostenible. Cuando este modelo se creó, nadie imaginaba que se necesitarían planes para crónicos, ya que muchas enfermedades eran incurables y no daban posibilidad a ello.
Antiguamente se consideraba que un trasplante o superar un infarto era un éxito clínico y no se consideraba aplicar políticas sanitarias para prevenirlas. Actualmente se apuesta más por acciones preventivas, considerando un fracaso el que se llegue a producir un infarto o sea necesario un trasplante.
Otra de las falsas creencias que nos aclaró es que la Seguridad Social no paga la sanidad. Muchos de nosotros creemos que parte de nuestra nómina se destina a pagar los servicios sanitarios que necesitamos y esto no es así, La SS sólo se utiliza para pagar las pensiones y el desempleo. La sanidad pública se costea vía impuestos, recibiendo un 40% del total del presupuesto general.
Entre las novedades o cambios que se están solicitando por parte de la sociedad, se contemplan las terapias alternativas, y aunque en nuestro país no entran en el sistema público sanitario, se empiezan a aceptar las terapias naturales (cuando no está ejercida por médicos titulados sino por naturistas). Los tratamientos médicos deben estar prescritos por médicos titulados y especialistas)
Otra de las novedades o adaptación a las nuevas tecnologías que se está probando en el Hospital de Mar, es un programa para controlar a enfermos crónicos a través de Tablets.
Otros comentarios, algunos anecdóticos, fueron por ejemplo que en caso de accidente la responsabilidad es de las aseguradoras, de tal manera que si un enfermo debe ser trasladado de una comunidad autonómica a otra, al llegar al límite geográfico de la CCAA, el enfermo debe ser cambiado de una ambulancia a otra.
Muchos enfermos crónicos, como por ejemplo los diabéticos, si cambian sus hábitos necesitan menos medicación, por ejemplo, si realizan ejercicio tiene que tomar menos insulina.
Según un estudio, el 50% de los medicamentos que se prescriben no se toman, tal vez por ello, cuando se implantó 1€ por receta, el gasto en fármacos se redujo en 400 millones.
Otro comentario aliñado con una pizca de humor fue el de que los centros de asistencia primaria a veces se convierten en clubs sociales donde se encuentran las personas que a veces solo precisan de compañía y de alguien que les escuche. En este sentido nos arrancó una sonrisa al explicar un chiste divertido y popular:
Unos cuantos “enfermos” que van asiduamente a los CAP saludan a uno que no vino el día anterior ¿por qué no viniste ayer? Y él responde: por qué estaba enfermo.
En definitiva, una velada amena e instructiva que no dejó a nadie con mal sabor de boca.